En el Día Internacional de la Mujer: la falta de vocaciones femeninas nos priva de una perspectiva enriquecedora

En That’s Wood nos gusta contar con fechas como el Día Internacional de la Mujer, porque nos obligan a pensar este negocio con un prisma diferente.

Es conocida la falta de personal cualificado en esta industria, a pesar de ser un sector estable y con unas perspectivas de futuro prometedoras. Si a esto sumamos que mayoritariamente se forman en este oficio hombres, parece lógico pensar que la falta de trabajadoras nos está privando de una perspectiva a todas luces enriquecedora.

Por lo tanto, necesitamos vocaciones y, especialmente, vocaciones femeninas. Sólo así podremos sostener una industria pujante en el contexto de una economía igualitaria y sostenible.

Pionera e innovadora

En días como hoy intentamos imaginar los aportes que podrían hacer las carpinteras en nuestro campo.

No podemos de dejar de recordar a Alma Siedhoff-Buscher, quien tuvo que derribar barreras en la pionera escuela de arquitectura, artesanía y oficios Bauhaus. A pesar de que Bauhaus implantó en sus estudios teorías de igualdad, Alma sólo pudo iniciar estudios en el taller de textil, un ámbito en esa época feminizado. Estamos en 1922. A Alma le costó unos tres años conseguir su traslado al taller de escultura y diseño en madera, su verdadera vocación. En ese momento era la única mujer que pertenecía al taller de estudios de carpintería.

Sus logros van más allá de conseguir ser la primera mujer carpintera en Bauhaus. Aportó innovación al oficio a través del diseño de mobiliario infantil y juguetes, basados en sus investigaciones en el campo de la pedagogía infantil.

Un oficio a medida

También nos viene a la memoria una entrevista del Centro de Referencia Nacional de Transformación e Instalación de madera y corcho, en la que una estudiante del grado medio de carpintería en Valencia, Oxana Soriano, expresaba que su primer contacto con la madera “fue en el taller de un amigo, donde le dábamos una segunda vida a los pallets reciclados. Fue ahí donde empecé a tener ideas para fabricar lámparas y cuadros con este material”, recuerda.

Soriano, explicaba que le gustaría trabajar lijando, pintando, barnizando o montando muebles, así como diseñar en AutoCAD. Esta mujer pertenece al escaso 10% de féminas que se forman para ser carpinteras. Este oficio le permitirá crear, dar una nueva vida a los materiales y diseñar con las tecnologías punteras.

Este tipo de testimonios nos confirman que hay una perspectiva que debemos incorporar de manera urgente pero, para ello, necesitamos vocaciones.

 

Financiado por la Unión Europea - NextGenerationEU
Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

Pin It on Pinterest